Empezamos esta nueva singladura periodística a sabiendas de que somos una rama de Opinión y Toros, el portal que le dio sentido a nuestra vida en los últimos tres lustros de nuestra existencia. Distintas circunstancias de índole técnica nos han obligado a dejar en punto muerto la página referencial que, como digo, adornó nuestra vida y, sin duda, la de tantos miles de lectores que conseguimos por el mundo. Como se puede comprobar en esta nueva Web en la que aparecemos, Opinión y Toros queda como estandarte emocional para que todo aquel que quiera pueda visualizar dicha página que, inerte, queda como una especie de biblioteca de consulta para que cualquier aficionado que se precie pueda visualizar lo que ha sido el mundo de los toros en los últimos quince años.
En esta nueva página aparecemos como lo que somos y, lo que es mejor, con lo que siempre anhelábamos, ser una página de opinión pura y dura muy alejada del estereotipo de cualquier otra Web puesto que, sin presiones, sin horarios, sin prisas, sin nada a que sentirnos atados, libremente, expondremos nuestra opinión que, como dije, es a lo que siempre habíamos aspirado.
Es cierto que, en Opinión y Toros, sin pretenderlo, construimos una página muy profesional cuando, en realidad, los que componíamos el elenco de colaboradores de la misma nadie éramos profesionales de la materia, dicho en el sentido crematístico de la expresión puesto que el dinero de los toros para nosotros no era moneda corriente, no existía, de ahí la independencia que siempre nos asistió. Dicho de este modo, como se entenderá, nuestro mérito era mucho mayor si cabe. Ser profesionales de cara a los lectores sin tener medios para ello fue algo inverosímil, todo un logro que, como dije, queda enmarcado en el archivo de lo que fue nuestra Web que, como “libro” de consulta se podrá comprobar todo lo dicho.
Huelga explicar que mientras todo el mundo se “mata” por aquello de lograr la inmediatez de la noticia, la que tres segundos más tarde deja de serlo, nosotros, queremos seguir buscando la verdad de todo aquello que suceda en el mundo de los toros que, sin duda será la nuestra, pero si la misma tiene calado entre todos ustedes, seguramente estaremos muy próximos a que dicha verdad sea la de todos, cuando menos, la de los aficionados más exigentes puesto que, la multitud va por otros derroteros. Como digo, mientras todos cuentan las noticias, nosotros queremos aproximarnos a la verdad, nuestra razón de ser y entender el periodismo.
En estas líneas de bienvenida no puedo olvidarme de todos cuantos formaron parte del equipo ilusionado de Opinión y Toros, un elenco admirable al que no olvidaremos jamás y, lo que es mejor, en su momento les daremos cabida en nuestra Web una vez tengamos todo establecido y ordenado al respecto. A todos, como decía, quiero expresarles mi cariño, mi solidaridad, mi gratitud por tantos años que hemos compartido juntos, algo que no olvidaré jamás. A todos, muchas gracias.
Empezamos desde cero, como siempre hicimos, pero nos cabe el orgullo de tener más afición que nunca, más deseos de seguir contando nuestra verdad y, sin duda, albergados por una ilusión desbordante que nos llevará a poder ocupar una pequeña parcela en el corazón de tantos aficionados que, alejados del taurinismo como tal, con toda seguridad se quedarán con nosotros. La verdad suele ser muy dura, pero siempre es el camino más corto, pese a quién le pese.
Seremos justicieros, qué duda cabe; nos ocuparemos de los más débiles como ha sido siempre nuestra norma, sencillamente porque a los débiles y a los pobres no hay nadie que los defienda porque para desdicha de todos ellos, nada pueden ofrecer, salvo su ilusión y deseos por triunfar en un mundo al que aman. Nosotros, repito, no cobramos “comisión” por defender la verdad y nos encanta la justicia. ¿Cabe logro mayor?