No son todos pero si algunos toreros los que con su conducta antipática logran que para sus fans o seguidores, se derrumbe el pedestal en el que los tenían.
No son todos pero si algunos toreros los que con su conducta antipática logran que para sus fans o seguidores, se derrumbe el pedestal en el que los tenían.
Tras la desesperación que supuso el paso de Juan Ortega por la feria de Madrid en la que, a no dudar, lidió la corrida más imposible del ciclo en la que nada pudo hacer, salvo jugarse la vida, la temporada para el diestro de Sevilla es todo un calvario puesto que, la ignorancia empresarial es la que ha impedido que este admirable diestro esté en muchas ferias de postín.
Ayer tuvimos la fortuna de que nos visitara en Tibi el maestro Luis Francisco Esplá que, como cada año, por estas fechas recibimos la visita de tan magno torero que, como aficionado, acude para disfrutar de las capeas que, para nuestra desdicha ya no son tales, pero sí el hecho de ver correr la vaca por las calles del pueblo.
Las capeas de Tibi puede que sean, sin lugar a dudas, las más antiguas de España puesto que, según reza la historia, cumplimos casi los quinientos años de tradición al respecto, todo un lujo para los lugareños de esta bendita tierra que, en estos días está celebrando sus fiestas patronales en honor a Santa María Magdalena, una celebración que tiene como base las capeas con la suelta de vacas y toros por las calles del pueblo.
Hace muy poquitas fechas fui invitado a una tertulia taurina y, como siempre sucede, llegan las discrepancias al más alto nivel. Sí, porque desde siempre, los aficionados más o menos relevantes siguen creyendo que los mejores carteles son los que actúan las figuras y, por ejemplo en el caso de Curro Díaz, el artista linarense no aparece en ningún cartel de “tronío” valga el eufemismo entrecomillado.
No es tarea baladí hablar de la feria de Azpeitia, allá por tierras norteñas puesto que, en dicha ciudad, el toro es el auténtico protagonista de esta fiesta maravillosa y ancestral como es el caso de esta plaza tan coqueta como exigente con los toros que, como digo, son los auténticos protagonistas de la feria.
Me llamo Pla Ventura y tengo sobre mis espaldas una larga trayectoria como contador de historias que, gran parte de ellas han tenido lugar en torno al mundo de los toros aunque, claro está, al margen de los toros he tenido la dicha de difundir mi palabra por otros derroteros que, posiblemente, por momentos, hasta me dejaron más satisfecho que la misma tauromaquia a la que no desdeño, por supuesto.