Tarde calurosa en Cañaveralejo con entrada paupérrima en los tendidos que se vieron desprovistos de aficionados. Una pena.
El encierro de “Achury Viejo” bien presentado que sobrepaso los 500 kilos complicados, sosos y deslucidos, destacando el 4º y 6º de la tarde que tuvieron movilidad.
Emotiva despedida del diestro de Salteras Manuel Jesús “El Cid” que fue ovacionado de entrada. Su primer ejemplar se rajó pronto, sin embargo logró engarzarle algunos muletazos en series cortas por los dos pitones. Estocada y ovación. El cuarto tuvo movilidad y “El Cid” aprovechó al ejemplar que se empleó en la muleta dejando ver su temple sobretodo en pases por el pitón izquierdo. El manejo de los aceros no fue el mejor perdiendo los apéndices pero siendo reconocida su labor con dos vueltas al ruedo entre lagrimas y sonrisas, agradeciendo al respetable.
Emilio de Justoa base de entrega, porfía, voluntad y exposición, logro cortar la única oreja de la tarde en el segundo de la tarde que presentó muchas complicaciones sin terminar de definir sus embestidas que fueron irregulares con la cara alta y sin fijeza. El quinto tampoco se la puso fácil al extremeño que una vez más estuvo por encima de las condiciones del ejemplar con embestidas descompuestas, protestando por arriba y planteando dificultades que fueron superadas por De Justo.
La voluntad y ganas de triunfo del antioqueño Luis Miguel Castrillón no fueron suficientes con su lote. El tercero sin fijeza, muy soso y mirón y el sexto con movilidad pero tal vez el pecado del torero estuvo en haberlo lidiado en las tablas y en un terreno donde aún se dificulta el desplazamiento de los animales por estar un poco suelta la arena. Valga decir que las maneras de Luis Miguel son excepcionales y por algo apuestan por él sus apoderados Tomás Campuzano y Manolo Estrada.
La penúltima corrida de la feria 62 en Cali reúne los nombres de Sebastián Castella – Luis Bolivar y Andrés Roca Rey con toros de Juan Bernardo Caicedo.
Fotos: Cortesía Diego Alaís
Néstor Antonio giraldo Mejía