Sin lugar a dudas el último libro escrito por Fernando Sánchez Dragó es algo apasionado; más que ello, yo diría apasionante puesto que su autor, una vez más, ha bajado a la tierra para conversar con un hombre apasionado, caso de Santiago Abascal en que, juntos, entrevistador y entrevistado, han dado la medida de la genialidad de dos hombres distintos, diferentes y si se me apura muy alejados el uno del otro pero que les une una causa común, España.
Me encanta que Sánchez Dragó haya bajado a la arena de la tauromaquia puesto que, como gran aficionado que es, ha encontrado con Abascal un compinche solidario con la causa de los toros. Nadie puede olvidar su libro “sagrado” sobre la tauromaquia, el que tituló VOLAPIE por el que se paseó por los ruedos de España para defender, hace ya muchos años la tauromaquia de España.
España Vertebrada es un libro para deleitar puesto que, gracias a Sánchez Dragó, los españolitos de a pie hemos podido conocer en profundidad la grandeza humana de Santiago Abascal, el que el resto de los líderes políticos califican como un ogro con ideas macabras y, tras “conocerle” por todo lo que ha contado nos parece un tipo admirable. Es cierto que, para criticar a una persona hay que conocerla y, el hecho de que Abascal se desnude metafóricamente dicho ante Sánchez Dragó, es un lujo para los lectores que, derecha o izquierda, poco importa, pero que todos podamos conocer a este hombre aferrado al sentido común, amante de la literatura, conocedor en profundidad de los problemas de España y teniendo como fundamento la lógica más exacerbada, puede ser nuestra tabla de salvación de cara a nuestro futuro inmediato.
¡Qué hermosa resulta una conversación entre dos personas cabales, caso de Sánchez Dragó y Santiago Abascal! Y este es el caso de ESPAÑA VERTEBRADA en que dos españoles de nuestro tiempo conversan sobre lo divino y lo humano; quizás más de lo humano que nos atañe a todos de forma directa puesto que, como sabemos, Sánchez Dragó es ateo por la gracia de Dios. Pero aquí no se juzga a nadie por sus creencias porque como dice Abascal, los creyentes tenemos un “don” que los demás no tienen, por ello ya somos ganadores. Y en este parcela, entre otras muchas, donde confluye el respeto que se tienen ambos personajes.
La desnudez de Santiago Abascal en las páginas de este libro es un hecho fascinante; lo dije al empezar y lo repito de nuevo. Ni por asomo aparece en el libro el ogro que nos quieren mostrar sus enemigos políticos que, aferrados a un socialismo absurdo que ha llevado siempre a la miseria a todos los países que lo han sufrido, España sin ir más lejos en la época de Zapatero y ahora con Pedro Sánchez. Sin lugar a dudas, Abascal no es un tipo al uso, algo muy de agradecer en el mundo de la política.
Es aleccionador comprobar que un hombre es portador de la lógica más aplastante, del sentido común más revelador, de la unidad de la patria en todos los sentidos, todo ello reconforta, como dijera Abascal, incluso a algunos que hasta ahora han militado en la izquierda, cual confesión que le han hecho al líder de Amurrio y que, ahora, están en sus filas. Fijémonos que, une a Abascal con el resto de las fuerzas de derechas su pasión por los toros, más que pasión, respeto desmesurado hacia dicha fiesta que jamás debió de ser cuestionada, hasta el punto de su amistad con Morante de la Puebla y su fichaje estrella al respecto del mundo de los toros, caso de Serafín Marín, el matador catalán que los suyos lo dejaron sin pan ni trabajo.
Tras todo lo leído, pienso que nada hay que temer ante un hombre que respeta las libertades de todo el mundo, incluidas las que conciernen a todo tipo de espectáculos que estén auspiciados por la ley, caso de los toros, el circo, el fútbol y todo aquello que ame la propia sociedad en que vivimos. Nadie está por encima del bien y del mal, sólo los malvados que se creen en posesión de la verdad son los que quieren prohibir y erradicar de nuestra vida costumbres tan ancestrales como las corridas de toros en España.
Como Abascal confiesa ante Sánchez Dragó, su gran “pecado” no es otro que amar a España, defenderla para que nadie la destruya ni la desvertebre en la totalidad de su grandeza. De igual modo, según sus palabras, la política es algo muy serio que atañe a todo el mundo y, aquello de hacer promesas electorales para no cumplirlas dando excusas más tarde, eso es patrimonio de la izquierda más radical, justamente en la que creen muchos bohemios, pero que siempre está rociada de mentiras por doquier.
Convencido estoy de que Abascal aplicará la lógica si algún día llega al poder o, en el peor de los casos, pedirá que se aplique a todos aquellos que serán sus socios de gobierno puesto que, como dice el mismo Pedro Sánchez, corremos el serio peligro de que nos gobierne un tripartito de derechas, algo muy deseable para todas las gentes de bien de este país puesto que, los tripartitos de izquierdas ya sabemos cómo las gastan, ante todo, destruyendo todo lo que a ellos no les gusta. Sin ir más lejos, ahora que gobierna en Andalucía un tripartito de derechas, de momento ya han sacado a la luz el despilfarro del socialismo que gastaban los millones por doquier en banalidades que no beneficiaban a nadie, salvo a ellos, sus dirigentes socialistas.
Según Sánchez Dragó, Santiago Abascal será la llave para que gobierne de nuevo la derecha en España y seguramente acertará porque convengamos que el único español que vaticinó el triunfo de VOX en Andalucía no era otro que Fernando Sánchez Dragó que, para mayor dicha suya, hasta acertó en el número de Diputados que alcanzaría la formación de Santiago Abascal.
Invito a todo el mundo a la lectura de ESPAÑA VERTEBRADA y que luego cada cual que saque sus conclusiones pero, como decía, ver juntos a Sánchez Dragó y Santiago Abascal es todo un lujo para el alma de cualquiera. Su lectura me ha parecido apasionante, ante todo, por haber conocido en profundidad a un español comprometido con su tiempo y con sus gentes que atiende por Santiago Abascal, un hombre que del sentido común quiere hacer una causa que nos una a todos.