Suerte que tengas que el saber poco te vale, dice uno de nuestros sabios refranes que, como se sabe, éstos brotan de la mismísima sabiduría popular y, por ende, no hay la más mínima duda en su apreciación que, como en el caso que nos ocupa es totalmente cierto.
Y digo lo de la suerte y me refiero a Cayetano que, por arte de magia ha cogido muchas de las sustituciones de las corridas que tenía contratadas Roca Rey; es decir, el taurinismo le ha elegido como el rey para sustituir al diestro peruano que, como se sabe, si algo tiene es tirón popular. Seguramente no habrá devolución de entradas porque de todos es sabido que, el tal Cayetano, más que torero es un tipo mediático que, especialmente las señoras siguen sus devaneos por televisión y, éstos, claro, al final tienen calado en los graderíos de las plazas de toros.
Cayetano es un torero vulgar tirando a malo pero que, en Pamplona le vino Dios a ver y, a partir de aquel momento la suerte es su más fiel compañera puesto que, actuando junto a las figuras del toreo y matando los becerrotes acordes al tema, resulta que los bicornes que embisten le tocan a él, más suerte no se puede tener y, como quiera que es certero con la espada, el triunfo lo tiene asegurado. En Santander, los animalitos de Juan Pedro sacaron genio y blandura pero, la única hermanita de la caridad le tocó a él para que triunfara de nuevo.
Tras los visto, por Dios, tiene uno la sensación de que no habían toreros para sustituir a Roca Rey y se ha tenido que echar mano del “dios” de las televisiones para cubrir las vacantes del peruano. Ante este hecho tenemos un ejemplo más del coto cerrado que es y supone el taurinismo que, cuando ellos quieren lanzan a un torero al estrellato, pero si dicen que no, ahí te pudras.
Toreros con enorme torería, gusto, empaque, arte y genialidad los tenemos por cualquier esquina que, todos los que voy a nombrar hubieran cubierto con extremado lujo las sustituciones del chaval peruano. Veamos. Diego Urdiales, Curro Díaz, Pablo Aguado, Juan Ortega….toreros de enorme torería que, repito, ninguno hubiera desdeñado en los carteles en los que figuraba Roca Rey. Es más, los nombrados hubieran engrandecido dichos carteles puesto que, todos ellos tienen más arte que el hombre que ha dejado vacante los festejos que pierde.
Por cierto, al hablar de Juan Ortega y saber de su torería me corroe el alma pensar que, como es notorio, no han contado para nada con este chaval que, con la montera tiene más arte que tres Cayetano juntos. Como anécdota al respecto de este chico sevillano me decía hace unas fechas el maestro Luis Francisco Esplá: “Tengo unas ganas enormes de ver a Juan Ortega que, los que le han visto me han hablado maravillas de este chico” Y le dije: “Sí, maestro, le he visto dos veces en Madrid y me cautivó”
O sea que, los que le hemos visto hemos quedado cautivados pero, por lo que se comprueba, los empresarios no le han “visto”, no saben que “existe” razón por la que no le contratan. Lo dicho, ¿en qué cartel desdeñarían los diestros que he citado? En ninguno y, vuelvo a insistir, no es que desdeñaran, es que los engrandecerían porque aquello de contratar a un torero artista, ello, por sí mismo, ya es toda una garantía de éxito a poco que embistan los toros. Vamos que, si está triunfando Cayetano, los aludidos, para lograr el éxito no hacía falta ni que se bajaran del coche de cuadrillas.
Mundo complicadísimo el que vivimos que, los toros no escapan de dicho maleficio puesto que, tantas veces, en cualquier materia, pese a la valía de cada cual, que todo lo tengamos que dejar a la suerte, al mismísimo azar de lo que otros decidan por puro capricho, es por ello que uno entiende perfectamente que, un torero artista como Varea, hace unos días se cortó la coleta en Valencia. En mucha la desesperación que se vive en el mundo de los toros, por tanto, cualquier acción por parte de sus protagonistas, en este caso los toreros, la entiendo perfectamente. Seguro que, Varea, en la vida, como ciudadano, encontrará todo aquello que le negó el mundo de los toros.